…Réquiem por tu
partida…
Una fría garua caía pertinazmente
humedeciendo la tierra que pronto cobijaría el triste pino que aguardaba con tu
cuerpo. Rostros desencajados, azulados y tristes por tu partida rodeaban el
pequeño espacio donde despedíamos tu paso por la vida.
La ceremonia había resultado
bastante accidentada y en medio de la confusión el sacerdote hizo un llamado.
Me habían elegido para decir las últimas palabras en tus exequias.
Todos los rostros apuntaban hacia
mí. Con gran pesar avance hasta estar parada junto a ti. Saque el papel donde
la noche anterior había escrito despidiéndome de ti. No tuve el valor para
leerlo, las manos me temblaban y la voz se me apagaba lentamente. Me alcanzarón
un vaso con agua. Y pude continuar, ya sin leer.
“Querida Mariana como poder
resumir tu vida con palabras; si ellas todavía no se han inventado. Es todo tan
injusto. Desde tu cuerpo que no resistió la avalancha de tus sueños y
esperanzas hasta las peleas bizantinas que solíamos tener. Te acabas de graduar
con todos los honores que por cierto poco te importaban, sin embargo siempre
ponderaste que existieran los reconocimientos. Tan ajena al mundillo de la
mayoría de esos que solo buscan el protagonismo. Me pregunto si todos tuvieron
la fortuna de compartir contigo la ayuda anónima que siempre brindaste. Me
pregunto cuántos de los que están aquí saben de tus fines de semana en
Neoplásicas, donde religiosamente ibas para ayudar a pasar al eterno descanso a
las personas que tenían el alma partida porque no podían pasar el umbral de
esta vida. Cuantos, cuantos saben eso de ti.
Abogada dice tu título. Yo diría
luchadora incansable, defensora de las causas perdidas. Recuerdo como si fuera
ayer cuando hiciste una defensa cerrada de mi ex novio. Acaso te crees tan
perfecta que crees ser infalible para cometer errores; me dijiste. Se quebró
nuestra amistad, no cedi un milímetro en mi decisión y nos distanciamos. Años
más tarde apareciste con la cabeza gacha pidiéndome disculpas. Mi ex se había
casado y su esposa era la mujer con la cabeza más adornada de todo Lima. Asentiste conmigo; la esencia de las personas
no cambian.
Siempre admire de ti el buen talante para
relacionarte con las demás personas. Bromeábamos cuando a mí me sobraban los
dedos de una mano para contar a mis amigos mientras que a ti siempre te
faltaban. Todos te querían y es que el cariño no es gratuito, siempre repetías.
Hoy has partido. Tus amigos y yo
hemos encontrado la forma de que siempre estés con nosotros. Me conoces y sabes
que no promoveré misas mensuales, ni placas recordatorias, ni polos y lapiceros
que lleven tu nombre. Ni nada que sean recuerdos fríos y marchitos.
¡Sonríe Mariana! Vivirás eternamente
con nosotros. Iniciamos los trámites para crear una Beca, si una beca de
estudios con tu nombre, vivirás en cada estudiante que necesite ayuda para
poder abrazar su sueño, vivirás en cada nueva esperanza que se abrigue para
poder salir adelante. Las personas que más lo necesiten repetirán tu nombre una
y otra vez. Seguirás viviendo ayudando como te hubiera gustado. Estoy segura
que ahorita mismo estas sonriendo con esa enorme sonrisa que solías dibujar en
tu rostro adornado de de esos ojos inmensos que sabían alumbrar.
Tu vida nos enseña que tu
recuerdo no es un esfuerzo mental por no olvidar. Tu recuerdo es auténtico, es
un acto de vida. Querida Mariana; Las personas no mueren cuando parten, sino
cuando las olvidamos. Tu recuerdo imperecedero vivirá eternamente mientras
todos te recordemos; porque no honraremos tu memoria sino tus acciones. Los
actos que representaron mejor tu vida. Ayudar a los demás.
Vivimos en un mundo de recuerdos
ajados y mustios, como las flores en un cementerio. Una beca, una fiesta
navideña para los niños del arenal de V.E.S. (zona apartada y olvidada),
sembrar un árbol, adoptar un colegio, publicar un libro. Son mejores homenajes
que esculpir en piedra a quienes queremos recordar. Tú vida seguirá latiendo
como siempre supo hacerlo con esa fuerza y esa decisión de espíritu que siempre
te caracterizó; en cada vida que toques cuando nuevamente vuelvas a ayudar. La
vida no se contrapone a la muerte, se contrapone a nuestra indiferencia y
apatía.
Mariana siempre estaremos
contigo. Nos vemos."
Palabras de Maia en las exequias
de su Amiga Mariana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario