…El VASO DE LECHE…
Ryo (capitulo 6)
Tan pequeña para entender
conceptos que la sobrepasaban, tan pocos los años que tenía como experiencia.
Ryo aun sin entender procuraba siempre seguir al pie de la letra lo que su
madre le decía. Sin embrago también le había enseñado a cuestionar todo; “No te
conformes nunca con lo que escuchas: cuestiona, averigua y luego discierne”
repetía.
_ Mamá ¿por que nosotros nunca
hacemos fila para recibir ayuda del gobierno?
_ Eso no es ayuda hija.
_ ¿Por qué mamá?
_ Porque son migajas que el
gobierno les da. Eso no es ayuda.
_Pero lo que reciben los ayuda a
sostenerse y poder subsistir
_
¿Sabes lo que el gobierno hace realmente con esas personas? ¿Sabes el
precio que deben pagar por esa “ayuda” que reciben?
_ No mamá, no lo sé.
_ Al regalarles cosas sin que
sean producto de su trabajo, el gobierno refuerza su carencia, su necesidad.
Hay un mensaje subyacente. "No eres capaz de cubrir tus necesidades por tanto
necesitas ayuda y yo te la daré"; ese es el mensaje. Consigue rebajarlos en su
dignidad; ellos se sienten disminuidos en su capacidad de poder generar su
propio auto sostenimiento.
_Pero sin la ayuda morirían; ¿Eso
no es peor?.
_Eso es precisamente lo que
buscan. Creer que morirás sin la ayuda. Cada vez van ganando más terreno. Van
engrosando la gran lista de personas dispuestas a aceptar lo que sea a cambio
de cosas regaladas, a cambio de la gran “ayuda”
Con eso tienen asegurado a la
gran masa que año a año votaran sin conciencia sino guiados por el interés de
lo que reciben.
_ ¿Entonces como deberían
ayudarlos?.
_ Primero deberían respetarlos y
tratarlos como lo que son. Seres humanos. Deberían ofrecerles puestos de
trabajo, fuente generadora, recursos y herramientas para ellos mismos puedan
originar sus propios ingresos. Deberían invertir en educación, buscar que cada
día haya menos personas analfabetas y más mano calificada para ocupar puestos
de trabajo que los ayude a seguir creciendo. Eso es ayudar. Pero es una utopía,
porque el gobierno siempre buscará por todos los medios de tener votantes
asegurados. Por eso los programas asistencialistas cada día son más:
Vaso de Leche, comedor popular,
pan popular, canasta básica, productos subvencionados y la lista es grande muy
grande. Mientras que pocos somos los que pagamos nuestros impuestos, muchos son
los que fácilmente estiran la mano para recibir solo cosas regaladas.
Y eso no es todo. Lo más grave es
que los niños crecen interiorizando que siempre deben recibir ayuda. Los
vuelven dependientes. Magnificando y potencializando su dependencia de todo
tipo, a la larga eso se traduce en dependencia afectiva y las consecuencias son
exponencialmente siderales. El daño se vuelve incalculable. Hablamos de vidas
arruinadas Ryo.
_ Mamá todo eso pasa por hacer la fila para
recibir la ayuda del gobierno. No creí que fuera tan catastrófico.
_Y eso que solo estoy nombrando
cosas que medianamente puedes entender. No estoy entrando en detalles que
ahorita para ti serían abstractas.
_Mamá quiero saber.
_ A su tiempo hija. Por eso a veces parezco muy
dura contigo. Quiero que seas una persona independiente; que no dependas
absolutamente de nadie.
_¿No depender de nadie?
_Si. Quiero que entiendas que
cuentas con la persona más importante, cuentas contigo misma. La independencia
afectiva es lo más importante, lo demás vendrá por añadidura.
_Mamá siempre hablas de la
independencia afectiva. ¿por que es la más importante?
_Porque es el reconocimiento como
persona completa, que no necesitas a nadie para ser feliz, que te bastas a ti
misma. Sabrás que hacer cuando tengas que enfrentarte a las adversidades de la
vida. Entenderás que el mundo no se termina cuando un hombre ya no te quiere, que
las personas se van y que tú debes seguir viviendo con la misma alegría de
siempre, aprenderás a pararte mejor cada vez que caigas y te sientas derrotada;
Pero por sobre todas las cosas jamás renunciaras a vivir y seguir siendo feliz.
Ryo había enmudecido ante estas
palabras de su madre. Consternada y con con la voz quebrada, replico.
_Mamá que pena que son pocos los
momentos en que podamos hablar.
_Así es hija. Lamentablemente
debo salir a trabajar cuando todavía estas durmiendo y llegar cuando ya estas durmiendo.
_Mamá sé que nunca estas en la
casa porque trabajas los 365 días del año. Pero quiero que sepas que guardo
como un tesoro todos tus consejos y prometo que seguiré al pie de la letra como
tú siempre me has inculcado.
Ante estas palabras la madre de
Ryo no pudo más; se quebró en llanto ahogado y silencioso. Tomo fuerza y casi
sin poder hablar pronuncio:
_Hija no sabes el regalo que me
acabas de hacer. Con tus palabritas sé que puedo morir en paz. Eso es lo que
quiero de ti, que escuches todo lo que te digo y puedas aplicarlo a tu vida.
Ryo dío un brinco como un pequeño
conejito trepándose sobre su madre, pronunció;
_Mamá… mamita te quiero mucho.
Óleo de Gabriel Picart 'Madre e hija' (2007)
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